Siempre que nos encontramos ante la posibilidad de ser sometidos a un tratamiento médico, de menor o mayor complejidad, nos preguntamos qué tipo de anestesia sería la más indicada para afrontar el proceso sin dolor.
La gran incógnita, es: ¿anestesia local o anestesia general? Pero la respuesta nunca será la misma para todos los pacientes.
Es normal sentir nervios, ansiedades e, incluso, un poco de miedo en las instancias previas a una operación quirúrgica, aunque se trate de una intervención sencilla y de rutina.
Esto se debe a nuestro desconocimiento respecto del paso a paso del procedimiento y de las dudas que nos genera la posibilidad de sentir dolor en algún momento de la operación.
Pero, existen múltiples alternativas y anestesias que los especialistas utilizan para evitar que el dolor nos invada durante cualquier tipo de intervención, inclusive si estamos por realizarnos un tratamiento estético que, por lo general, no reviste ningún tipo de peligro para nuestra salud o que son invasivos, pero en un grado bajo.
Aquí te diremos ¿Cuál es la mejor anestesia, local o general? Sigue con nosotros…
¿Qué es la anestesia y para qué sirve?
El primer paso para perder el miedo y enfrentar el proceso de una manera más relajada y armónica, es informarse en detalle de todo lo que implica la intervención que estamos por enfrentar.
Eso involucra, claro, conocer en términos específicos qué es la anestesia, cómo actúa en el cuerpo y cuál es su función.
De acuerdo a la definición acuñada por el Instituto Nacional de la Salud, la agencia de investigación médica dependiente del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, la anestesia es “un tratamiento médico que evita que los pacientes sientan dolor durante procedimientos como una cirugía”.
La anestesia también se puede implementar para otros procedimientos tales como extracción de muestras de tejido (pueden ser biopsias de la piel, por ejemplo), pruebas de detección y diagnóstico, o incluso para tratamientos dentales. El abanico de opciones en las que se puede aplicar es muy amplio.
En cualquier caso, la anestesia cumple un papel fundamental en la realización de intervenciones médicas. Como agente supresor del dolor, permite al paciente afrontar una operación sin padecimientos.
¿Cómo se aplica la anestesia?
La anestesia consiste en la aplicación de medicamentos anestésicos en el cuerpo del paciente. Como no todos los anestésicos son iguales en su composición, tampoco surten el mismo efecto. ¡Podría decirse que hay una anestesia diferente para cada intervención!
Como se trata un medicamento muy específico, las formas de aplicación también varían en cada caso. En síntesis, existen tres tipos de anestesias en función de su alcance: la anestesia local, la anestesia regional y, por último, la anestesia general.
Dependiendo de la anestesia que necesite el paciente y del tipo de dolor del que se trate, los especialistas pueden administrar estos medicamentos por diversas vías.
Las más conocidas son las inyecciones a través de jeringas, pero también se pueden aplicar por medio de cremas tópicas, aerosoles, gotas para los ojos o a través de inhalaciones.
Anestesia local o anestesia general, ¿cuál es la mejor opción?
Ahora que sabemos cuáles son los diferentes tipos de anestesia, en qué consisten y de qué manera se les suministran a los pacientes que deben afrontar un procedimiento quirúrgico, más allá de su complejidad, ya podemos adentrarnos en una pregunta central: ¿es mejor aplicar anestesia local o anestesia general?
La primera respuesta es bastante sencilla: depende de cada caso en particular. Esto significa que el profesional médico deberá evaluar la situación puntual de cada paciente, su historial clínico y su resistencia al dolor.
Pero, el factor fundamental será el tipo de procedimiento que se realizará, ya que no es lo mismo un reemplazo de cadera que el arreglo de una carie.
No hay una alternativa mejor o peor, sino que simplemente se trata de dos opciones diferentes que deben suministrarse dependiendo de cada caso.
Entre el médico y el anestesiólogo definirán no solo si es más conveniente aplicar anestesia local o anestesia general, sino que también especificarán el tipo de fármaco que se utilizará.
Anestesia local: ¿en qué casos se aplica?
La anestesia local se suministra para evitar y bloquear el dolor en zonas específicas del cuerpo, por lo que el paciente permanece despierto y consciente durante todo el procedimiento. Solamente podrá sentir movimientos o presión en el área anestesiada, pero no sufrirá dolor alguno.
Este tipo de anestesia se suministra para intervenciones que afectan a una pequeña parte del cuerpo, como tratamientos odontológicos, cirugías oculares o la extracción de verrugas y lunares, solo por citar algunos ejemplos.
Al ser una anestesia “de bajo impacto”, los pacientes generalmente no necesitan de cuidados postoperatorios específicos y pueden regresar a sus hogares más rápido en comparación con aquellos que reciben anestesia general.
Hay dos formas de suministrar anestesia local. Una es la anestesia tópica, que consiste en la aplicación de gotas (para los ojos), spray (si la zona a tratar es la garganta) o cremas y pastas (para la piel). La otra alternativa es la infiltración de la anestesia por medio de jeringas y agujas.
¿En qué consiste la anestesia regional y cuál es la diferencia con la local?
Hay un tipo de anestesia similar a la local, pero que cubre una zona más amplia del cuerpo. Se trata de la anestesia regional, que puede implementarse para “dormir” brazos o piernas, o para anestesiar otras secciones de manera completa, como el tren inferior. Se utiliza, por ejemplo, para bloquear el dolor durante los partos o cesáreas.
Anestesia general, ¿cuándo se aplica?
Como su nombre lo indica, la anestesia general se suministra para bloquear el dolor en todo el cuerpo.
Esto implica la supresión de sensibilidad general y la pérdida del conocimiento: el paciente permanece dormido y sin moverse durante toda la intervención y se despierta una vez finalizado el procedimiento.
Hay dos formas de aplicarla y en donde el profesional médico evaluará el cuadro completo para determinar si inyecta la anestesia general por vía intravenosa o si lo hace con un gas a través de una mascarilla. ¡El efecto es casi inmediato!