Cuáles son los diferentes tipos de alopecia

La alopecia o también conocida popularmente como calvicie, es una afección que ocurre en los folículos pilosos tanto del cuero cabelludo (el cual es el lugar más común de aparecer), tanto como en las pestañas, barba o zonas genitales.

Ahora, no siempre se manifiesta del mismo modo en cada uno de los casos, ya que existen diferentes trastornos en los que la alopecia se manifiesta.

Pese a que en todos los casos existe una pérdida de cabello por problemas en los folículos, no en todas las alopecias se expresa del mismo modo.

En algunas oportunidades la alopecia tendrá ardor y en otros no, la piel del cuero cabelludo será rígida o podrá moldearse. Por tanto, en todos los casos los síntomas o características varían.

Las zonas de donde se desprende el cabello también pueden ser diferentes según la afección. Por eso, es importante reconocer los tipos de alopecia para entender qué la caracteriza y, por consiguiente, ubicar los mejores métodos para tratarla.

¿Por qué ocurre la alopecia y cómo evitarla?

La alopecia es una enfermedad autoinmunitaria, lo que significa que se origina por un ataque del sistema inmunitario a los folículos pilosos. Es decir, es una reacción del propio organismo ya sea por enfermedades, medicamentos o un compuesto hereditario.

Aunque el ataque es inmunitario hacia folículos sanos, ocurre por error debido a una descarga y que puede ser por efectos secundarios de tratamientos o por una enfermedad que genera mucha actividad celular.

Sin embargo, y en caso de que sufrir de alopecia tenga una gran carga genética en el paciente, el sistema inmunitario se debilita progresivamente hasta generar la pérdida del cabello.

En los casos de predisposición a sufrirla, lo que se recomienda es tener autocuidados tanto con las horas de sueño, como con aquellos alimentos consumidos (que sean altos en vitaminas A, B, C y D), así como tener hábitos saludables y hacer ejercicio.

El uso de gorros y sombreros constantemente también es otro factor que puede acelerar procesos de alopecia, porque al mantener encerradas las hebras de cabello contribuyen al debilitamiento de estas.

Entonces, no en todos los casos la alopecia se va a dar por las mismas razones, pero si la respuesta es genética (una gran cantidad de casos son hereditarios), entonces manejar una rutina enfocada en mantener el volumen y fortaleza del cabello será de utilidad.

Tipos de alopecia

La alopecia se divide en dos grandes grupos: Alopecia cicatricial y Alopecia no cicatricial. Se diferencian por el carácter irreversible de la alopecia, ya que en el primer caso puede tratarse, y en el segundo hay un daño permanente de los folículos.

Ahora, estos grandes tipos hablan de la gravedad de la alopecia, pero no abarcan el resto de las características que se refieren a los trastornos de alopecia. Por eso, esta vez conversaremos sobre todas las formas en las que la alopecia se puede manifestar:

1. Alopecia androgénica (No cicatricial)

Es el tipo de alopecia más común, la cual tiene que ver con origen genético, aunque en algunos otros casos también es hormonal y corresponde a procesos como la menopausia. En líneas generales, es la calvicie que se asocia con la vejez.

No solamente porque ocurre después de los 40 o 50 años, sino también porque se asocia a padecimientos cuando ya una persona no está en su etapa reproductiva, o cuando no es común un proceso de gestación.

Por lo general, se da en los hombres, siendo afectados un 50%, mientras que en las mujeres la probabilidad es solo de 10% de sufrir este tipo de alopecia.

Incluso, es el sexo masculino quien tiene una pérdida total de cabello con esta alopecia, mientras que las mujeres solo pierden sus hebras de cabello de forma difusa: en algunas partes del cuero cabelludo.

2. Alopecia areata (Cicatricial)

Es otro tipo de alopecia común, pero ya no ocurre de forma generalizada en caso de los hombres, ni se asocia a procesos de envejecimiento, sino que tiene que ver con la caída del cabello es zonas específicas.

Es decir, se desprenden las hebras por parches, dejando hoyos alrededor del cuero cabelludo o en otras partes del cuerpo. Suele originarse en enfermedades como la diabetes, artritis o celiaquía.

Con los tratamientos adecuados y el cese de la enfermedad o el control de esta, el cabello comienza a crecer en las partes afectadas.

3. Alopecia fibrosante (No cicatricial)

Es una alopecia que afecta a las mujeres en términos generales, porque tiene una gran relación con la actividad hormonal presentada en la menopausia. Esta se presenta como forma de diadema en el nacimiento del cabello de la parte de la delante.

Incluso, se le conoce como alopecia frontal, precisamente porque nace desde la frente y sus alrededores, y va avanzando hacia el resto del cráneo, como si la diadema se rodase hacia atrás.

4. Alopecia difusa (cicatricial)

La alopecia difusa es un tipo de alopecia reversible que hace referencia a la pérdida del cabello en una porción del cuero cabello. Se diferencia de la alopecia areata porque no se desprende en parches por todo el cuero cabelludo, sino que aparece en ciertas zonas.

También, la pérdida del cabello puede ser progresiva, y es el tipo de alopecia que comúnmente ocurre en el embarazo o por algunas enfermedades.

Ya sea en un lateral o en la parte superior del cuero cabelludo, el también conocido como efluvio se desarrolla en uno o varios lugares exactos donde desaparecen todas las hebras de cabello. Ahora, es reversible y por lo general responde muy bien al tratamiento.

5. Alopecia universal (No cicatricial)

Esta alopecia es un subtipo de la alopecia areata, con la diferencia de que se expresa en mayor gravedad y con daños asociados a los folículos pilosos. Es la forma extrema en la que puede desprenderse el cabello por parches.

Ocurre a través de un ataque autoinmune en que los propios anticuerpos del paciente atentan contra el folículo piloso hasta dañarlo por completo y eliminarlo. Por eso, es una alopecia no reversible.

Al reconocer las formas en las que se puede presentar la alopecia, tienes herramientas para detectarla a tiempo y encontrar recomendaciones para tu caso desde los primeros signos de aparición.