Si bien es cierto que la aplicación de anestesia local no suele conllevar complicaciones, es preciso aclarar que existen una serie de riesgos que debemos conocer.
Por este motivo, a través de este artículo conoceremos los principales riesgos que están asociados con la anestesia local.
Normalmente, la anestesia es local es muy segura y las complicaciones son poco habituales, las cuales pueden estar relacionadas con el estado físico del paciente o con la dificultad del procedimiento quirúrgico.
Por lo tanto, aquellos pacientes que sean fumadores, obesos, tengan la tensión alta o padezcan enfermedades cardíacas, respiratorias o renales, tendrán más posibilidades de desarrollar complicaciones durante una intervención con anestesia local.
Riesgos de la anestesia local
Antes de conocer los riesgos de la anestesia local, es necesario tener en cuenta una serie de factores y que disminuirán sensiblemente las posibilidades de que se produzcan efectos adversos tras el uso de anestesia local.
En primer lugar, mencionaremos la importancia de conocer el historial médico completo del paciente, sobre todo aquello que se refiere a las alergias.
Asimismo, es de vital importancia realizar un calculo correcto de la dosis necesaria de los fármacos anestésicos que se inyectarán al paciente y que estarán relacionados con el peso del paciente.
En cambio, si nos sobrepasamos con la dosis, aumentarán las posibilidades de que aparezcan riesgos y efectos adversos.
Otro de los aspectos que merece la pena puntualizar, si hablamos de anestésicos locales, es la importancia de que estos presenten una baja dosis de epinefrina.
También es indispensable que cada paciente reciba una dosis de anestesia local ideal y que se ajuste a sus necesidades y a la duración del procedimiento.
Ahora, es momento de conocer los principales riesgos de la anestesia local y uno de los más habituales es la parestesia, que consiste en el efecto de una anestesia persistente o, bien, se representa por la alteración de la sensación que la duración esperada es mayor de la esperada.
¿Cuáles son las causas de la parestesia?
La parestesia se puede producir por una serie de causas, siendo el traumatismo nervioso una de las más habituales. Además, la aparición de un hematoma cerca del nervio puede desarrollar la parestesia, una situación que es bastante molesta, aunque, por norma general, no reviste gravedad.
Continuamos hablando de las posibles causas de la parestesia y hay que destacar la importancia de la experiencia del personal sanitario que se encargue de administrar los anestésicos locales. Es que existe una relación significativa entre la incidencia de la parestesia y la experiencia de los profesionales.
Otro de los motivos por los que la parestesia puede hacer acto de presencia, se debe en caso de que la anestesia se encuentre contaminada, es decir, cuando la inyección está contaminada con alcohol o con cualquier otra solución esterilizante, dado que estamos ante sustancias que causan irritación y pueden provocar un edema.
Finalmente, no hay que olvidar que, a la hora de aplicar anestesia local, encontraremos una serie de técnicas de inyección complejas, por lo que las posibilidades de que se produzca una parestesia serán más elevadas, siendo esta una situación que afecta a las zonas que se encuentran próximas a un nervio.
Tal y como podemos ver, son muchas las causas que están relacionadas con la parestesia, siendo considerada como uno de los riesgos más habituales de la administración de anestesia local.
Efectos adversos de la anestesia local
Antes de explicar los principales efectos adversos de la anestesia local, es necesario aclarar que estos ocurren cuando la concentración de estos supera los niveles recomendados o, en su defecto, cuando el paciente presenta un delicado estado de salud.
A nivel local, los efectos adversos más comunes provocados por la anestesia local son la irritación, la inflamación o la aparición de un hematoma o edema en la zona donde se ha aplicado la anestesia.
Hay que mencionar también una serie de efectos adversos a nivel sistémico, que incluyen la visión doble, la dificultad para hablar o las convulsiones.
Asimismo, existe también la posibilidad de que se produzca la depresión del sistema nervioso, una situación que comprometería tanto la consciencia como la respiración.
Por suerte, estamos ante efectos adversos muy poco probables y que no tendrían una relación directa con la anestesia, sino que estarían relacionados con la aplicación de una dosis superior a la recomendada o debido a la falta de experiencia del profesional sanitario encargado de aplicar la anestesia al paciente.
Dentro de las complicaciones causadas por la anestesia local, no podemos olvidar los efectos cardiovasculares, una situación poco común y que se puede manifestar a través de bradicardia o hipotensión, entre otros ejemplos.
Aunque es cierto que el listado de efectos adversos relacionados con la anestesia local es bastante amplio, la realidad es que la amplia mayoría de pacientes no experimentarán ningún efecto secundario tras la intervención.
Simplemente, notarán la zona adormecida durante unas horas y que irá disminuyendo de forma espontánea una vez que hayan transcurrido unas horas tras la intervención.
¿En qué situaciones se usa anestesia local?
El uso de la anestesia local está muy extendido en la actualidad y por eso se utiliza en una amplia variedad de intervenciones. Por norma general, se opta por este tipo de anestesia en procedimientos cortos y sencillos, siendo una alternativa habitual en intervenciones menores en pacientes ambulatorios.
Dicho de otro modo, la anestesia local es una solución ideal para aquellos pacientes que deben someterse a una intervención simple y que podrán regresar a su hogar el mismo día de la intervención. Esto es, es una variedad de anestesia muy común en consultas de dentistas, dermatólogos o podólogos.
En definitiva, ya conocimos todos los riesgos, las complicaciones y los efectos adversos de la anestesia local. Tal y como hemos mencionado, el uso de la anestesia local es muy seguro y apenas existen riesgos destacables si todo se realiza correctamente.
Aún así, es preferible que consultes con el especialista tu situación para evitar la aparición de cualquier complicación a futuro.