La ciencia sigue avanzando en el estudio de las células madre, y los recientes descubrimientos sugieren que pueden ser muy útiles para frenar la alopecia
Ha supuesto un problema a lo largo de numerosos años, y aún en la actualidad sigue generando quebraderos de cabeza. La alopecia afecta cada vez a más personas que se ven en la necesidad, por el motivo que sea, de acudir a algún tratamiento que frene la caída del cabello y, además, permita repoblar su cuero cabelludo.
En la actualidad, los avances conseguidos en la tricología han permitido que se puedan llevar a cabo operaciones de trasplantes a través de injertos capilares que cuentan con una altísima tasa de éxito (95%). Pero el estudio y la experimentación no cesan, y hay nuevos caminos que auguran un futuro mucho más brillante para este tipo de tratamientos.
El uso de células madre podría abrir toda una nueva senda en la lucha contra la alopecia
Numerosos investigadores están estudiando y experimentando la posibilidad de acudir a estas para, de forma similar a como se realizan los trasplantes de pelo, dotar de fertilidad capilar a cualquier zona estéril de la cabeza a través de un tratamiento mínimamente invasivo y cómodo tanto para el cirujano como para el paciente.
¿Cómo es el tratamiento con células madre?
Los folículos están compuestos por células de papila dérmica y células epiteliales. Cuando una persona pierde pelo, está perdiendo también grandes cantidades de estas células. Gracias a recientes estudios, se ha comprobado que, produciendo una cierta cantidad de células madre epiteliales, es posible recuperar el cabello que se ha perdido a consecuencia de la alopecia.
En los últimos años, además, se ha llegado a la conclusión de que las células de papila dérmica son las encargadas de que se regule el ciclo capilar. Por desgracia, emplearlas para regenerar el pelo no había sido posible antes por lo difícil que es obtener las cantidades necesarias y por lo rápido que pierden su capacidad para formar el folículo cuando se emplean técnicas de cultivo.
Aun así, recientemente se ha hecho un hallazgo que ha puesto patas arriba todo esto, y es que existen unas células madre (las pluripotentes humanas)que se pueden adiestrar para actuar como las de papila dérmica. Gracias a esto, se puede hacer que el pelo crezca en las zonas donde las células de folículo piloso han muerto por culpa de la alopecia, provocando un crecimiento del cabello y la recuperación de una zona antes estéril.
¿En un futuro, diremos adiós a la alopecia sin pasar por quirófano?
Por el momento, las experimentaciones se han hecho en roedores, obteniendo una tasa de éxito altísima. Ahora, se está explorando su aplicación en seres humanos y, de demostrarse que goza de la misma efectividad en este tipo de sujetos, estaríamos ante una solución mucho más avanzada y eficaz que las que requieren el paso por quirófano o la aplicación de fármacos. Aunque hay técnicas realmente eficaces como la Técnica FUE, que parte de la extracción unitaria de folículos capilares de una zona donante para injertarlos en la zona afectada, el tratamiento con células madre lograría paliar una de las mayores limitaciones de este procedimiento: la falta de folículos pilosos sanos.
Curiosamente, un grupo de investigadores ha conseguido regenerar folículos en áreas afectadas por alopecia androgenética a través de células madre extraídas de folículos pertenecientes a una zona sana. Este principio, que asegura que el estado de estas células se conserva incluso al ser insertadas en un área dañada, es tremendamente similar al de los injertos; aunque con la notable diferencia de la unidad que se extrae y se reintroduce.
¿Qué ventajas supone?
Cabe mencionar, antes de todo, que todas estas teorías están aún en fase experimental y que todo el procedimiento está todavía en una fase muy temprana; pero también cabe destacar que los resultados dan pie al optimismo.
La gran ventaja del uso de células madre es que, como ya hemos mencionado, no hay limitación alguna causada por las unidades foliculares. Esto es, no hay problema si el individuo tiene pocas sanas, a través del uso de estas células se comenzaría a dotar de salud al cabello y a propiciar su crecimiento en las zonas que así se desee. En el caso de las mujeres, a las que suele ser más difícil realizar trasplantes capilares con éxito, sería todo un avance para sus casos de alopecia.
Los injertos tienen una eficacia tremendamente probada, ya que parten de una base que funciona. Pero la facilidad del uso de las células madre superaría el potencial de estas técnicas de regeneración del cabello. Al tratarse solo de la inserción de células y al no haber tantas limitaciones como con los folículos, el paciente podría recibir todas las sesiones que fueran necesarias dada la posibilidad de reservar grandes cantidades de células.
Las células madre son las que derivan de embriones humanos o tejido del feto humano. Su mayor particularidad es la habilidad que tienen para convertirse en cualquier otro tipo de célula, llegando a adoptar tanto sus funciones como su forma. Debido a esto, el ser humano guarda estas células en su organismo durante toda su vida.
Dada esta particularidad que poseen, los científicos han comprobado que, aplicando una serie de determinadas circunstancias y procedimientos, se puede provocar que se transformen (de ahí el adiestramiento que mencionábamos a la hora de hablar del tratamiento) en células específicas. Y es esto, precisamente, lo que hace que se las denominen “madre”. De ellas provienen el resto de células, y además poseen la capacidad de regenerar órganos y tejidos corporales.
Anatomía de las células madre
Cabe diferenciar tres tipos diferentes de células madre: las embrionarias, que se cultivan en laboratorio y proceden de embriones; las pluripotentes inducidas, similares a las embrionarias pero provenientes de células adultas convertidas en madre tras un proceso de reprogramación; y las adultas, que se encuentran en el cuerpo de cualquier persona.
Las células madre pluripotentes
Son las que más revolución han traído en la ciencia. Su estudio y descubrimiento a raíz de las investigaciones con células madre han traído consigo el hallazgo de algo capaz de tratar enfermedades y que se puede generar a partir de algo tan sencillo como son las células que se encuentran en la piel de una persona. A través de ellas es posible reducir el rechazo a un trasplante o hasta tratar algunas patologías.
Y, de hecho, estas son las que están dando tanto que hablar en el campo de la tricología por sus efectos en pacientes con alopecia. Ya decíamos antes que las investigaciones siguen en fases tempranas de desarrollo; pero la posibilidad de que estas células tan especiales se puedan reprogramar para combatir la alopecia es algo que cada vez se hace más real en seres humanos.
Desde su descubrimiento, la ciencia está evolucionando a un ritmo vertiginoso y consiguiendo cosas impensables hace tan solo una década. El potencial de las células madre está dejando constancia en el tratamiento de numerosas enfermedades y su futuro parece abarcar un abanico de posibilidades casi infinito. Puede que en muy poco tiempo podamos considerarlas como la solución definitiva a la alopecia; aunque de momento la solución más tangible y eficaz siguen siendo los avanzadísimos injertos capilares.